Olefinas y aromáticos: los pilares gemelos de la industria química moderna
En la industria química, las olefinas y los aromáticos son las dos materias primas más fundamentales. Las poliolefinas, derivadas de las olefinas, están prácticamente omnipresentes en nuestra vida diaria. Caracterizados por su naturaleza liviana pero duradera y fácilmente moldeable, han dado forma a un mundo tangible de plásticos, evidente en todas partes, desde las películas de embalaje en los estantes de los supermercados hasta las tuberías de agua enterradas bajo tierra, y desde los componentes resistentes al desgaste dentro de los motores de los automóviles hasta los accesorios interiores accesibles.
Mientras tanto, los aromáticos, potenciados por su singular estructura molecular hexagonal de anillo bencénico, actúan como agentes versátiles en el ámbito químico. Mediante la polimerización de PTA (ácido tereftálico purificado) y EG (etilenglicol) en PET (tereftalato de polietileno), se diversifican en un amplio espectro de aplicaciones: PET de grado fibra (que produce fibra corta de poliéster para textiles y rellenos, y filamento de poliéster para prendas de vestir, muebles para el hogar y cuerdas para neumáticos); PET de grado botella (formado mediante moldeo por inyección y moldeo por soplado con estirado para envases de agua, bebidas y aceites comestibles); y PET de grado película (procesado mediante extrusión y estiramiento para obtener películas de PET para envases de alimentos, aislamiento eléctrico y láminas traseras fotovoltaicas). Esto dibuja discretamente un vasto panorama industrial que abarca desde la industria textil y de la confección hasta la fabricación avanzada.
China, la mayor base de producción química del mundo y el mercado de consumo más dinámico, considera fundamental la mayor creación de valor de sus dos sectores fundamentales de materias primas —olefinas y aromáticos— para impulsar su industria química fina hacia un desarrollo sostenible de alta gama. Hoy en día, a medida que las cadenas industriales se expanden y las vías tecnológicas se modernizan continuamente, las materias primas químicas se enfrentan a un doble reto: no solo deben satisfacer la enorme demanda del mercado, sino también lograr avances en calidad, rendimiento y sostenibilidad. En este contexto, la transformación mediante mejoras sostenibles e innovación inteligente se ha convertido en una opción inevitable para generar nuevas oportunidades de crecimiento para la industria.
